viernes, 8 de febrero de 2013

Sembrar Hábitos Saludables (Primera Parte)



Sembrar Hábitos  Saludables
(Primera Parte)
El cuidado de un niño es una labor de suma importancia para que mantenga una salud e higiene saludables. En los primeros años de vida es tarea de los padres enseñarles a sus hijos(as) ciertas rutinas que deben llevar durante toda su vida, para luego heredarlas. Para lograr mejores resultados estas tareas pueden ser organizadas a través de horarios. Los niños en su inocencia pierden la perspectiva de la realidad y si no se les marcan pautas a seguir se desorientan y pierden la noción del tiempo acerca de lo que deben hacer. Planificarles un horario acerca de cuándo le corresponde bañarse, lavarse el cabello, cepillarse los dientes, peinarse el cabello, limpiarse uñas, oídos, manos, pies, cambiarse de ropa, colocarse talco, colonia, cremas etc, son algunas de las tantas tareas que deben enseñar los padres a sus hijos; en relación a la higiene que seguirán durante toda la vida.
La alimentación, nutrición y visita médica son otro aspecto de vital importancia a tener presente; evitar los altos excesos de golosinas, seleccionar las meriendas actas para el colegio, enseñarles a comer de todo, sin ser exagerado en las cantidades, formarlos en el cuidado de sus dientes, la importancia de visitar frecuentemente al médico, estar pendiente de sus vacunas, a tomar medicina, a no tenerle miedo al médico, a cuidar su salud en general. Con ello se evita exponerlos a muchos males y enfermedades comunes: Obesidad, Desnutrición, Caries Dental, Diabetes, Enfermedades del Corazón, Gastritis, Estreñimiento etc. Llevarlos a consultas de niños sanos frecuentemente, cuidando lo que come, como lo come, cuando y que tan frecuente lo come, le estamos cuidando su salud de forma integral, cumpliendo así con nuestra labor de padres responsables (Art. 30 Derecho a un nivel de vida adecuado, LOPNNA).
También la organización de sus pertenencias debe ser cultivado: arreglar y mantener en orden su cuarto, juguetes, ropa, toallas, cuadernos, libros y demás pertenencias, es una tarea diaria. Así como enseñar a apagar luces, televisor, computador, cada vez que salga de la habitación, cerrar bien los chorros de agua cuando termine de usarlos, no emitir gases delante de las demás personas, ni meterse las manos en la boca, lavarse las manos cada vez que va al baño; son parte esencial de las normas de convivencia que en principio son altamente molestas e incomodas para algunos niños(as) y también una labor agotadora para muchos padres; aunque al enseñar disciplina, hábitos y constancia en nuestros hijos, se está sembrando VALORES que se serán útiles durante toda su vida y cuando crezcan transmitirán esos mismos valores a sus hijos, cosechando así nuestro arduo trabajo durante su niñez y adolescencia.
“En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado”
Artículo Publicado el 25 de Agosto del 2011
Por el Diario los Andes de Mérida-Venezuela

"El hábito es el maestro más eficaz."
Plinio (El Joven) Cayo





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