Disciplina con Amor
(Segunda Parte)
El ser padre o madre es una labor de toda la vida, no se termina en un día, ni con la adolescencia, ni en la adultez, es un esfuerzo intermitente; de igual forma disciplinar a un niño(a) es una acción constante y consecuente. Para enseñar a comportarse los padres se convierten en modelos para sus hijos(as). Se les debe dar instrucciones antes de pedirles que intenten hacer algo por primera vez, se les señala una y otra vez aquello que están haciendo correctamente; por ello los “si es” son más importantes que los “no es”, porque con los “si” el niño sabrá cuando se está comportando como los padres desean.
La formación de un niño(a) es algo integral, y abarca demasiadas cosas, se debe enseñar VALORES, CREENCIAS, CULTURA, NORMAS de CONVIVENCIA entre otras muchas cosas. Y para ello se requiere de tiempo y constancia; manteniéndose firme y con una actitud positiva ante el oficio de ser padres. Por las razones expresadas le sugerimos al momento de disciplinar utilizar la TÉCNICA del ELOGIO para educar bajo la perspectiva de DERECHOS que permitan…”una crianza y educación no violentas, basadas en el amor, el afecto, la comprensión mutua, el respeto reciproco y la solidaridad”. (Art. 32-A Derecho al Buen Trato, LOPNNA).
ELOGIAR EL COMPORTAMIENTO: los padres pensamos que la buena conducta está garantizada, y no es así. Cuando las cosas no salen bien, los progenitores sacan a relucir las fallas; cayendo siempre en el error de criticar, solo concentrándose en los aspectos negativos. Se debe modelar buena conducta con elogios, para aumentar las conductas deseables. Si hay dificultad para manifestar algo positivo se les sugiere mantener un registro de “Buenas Conductas.”
ELOGIAR EL PROGRESO: se debe empezar a elogiar cada pequeño paso dado hacia la conducta deseada, por ejemplo al principio se le elogiará por recoger un juguete aunque los demás sigan en el suelo.
ELOGIAR OPORTUNAMENTE: los elogios deben realizarse según la edad, madurez y personalidad del niño(a) o adolescente. Hay quienes los besos y abrazos le son muy eficaces, otros les gusta ser elogiados discretamente, algunos aceptan comentarios simpáticos; Hay que estar atento a las reacciones del hijo(a) ante el elogio, para ver si agrada y está surtiendo efecto, teniendo presente que hasta para elogiar hay que ser CREATIVOS, incluso acompañarlo de vez en cuando con un premio, para mantener interés y motivación.
ELOGIAR INMEDIATAMENTE: es más eficaz cuando se elogia luego de producido el comportamiento positivo del niño(a), sobre todo en los niños pequeños. Aunque los adolescentes pueden apreciar el reconocimiento posterior, no se debe tardar tanto en ejecutarlo.
Es importante recordar que cada vez que se hagan comentarios concretos, oportunos y positivos sobre la conducta de un niño(a) o adolescente, este tendrá una visión positiva de sí mismo, fortalecerá su autoestima y se sentirá más seguro de sí mismo.
“El que se guarda un elogio, se queda con algo ajeno.”
Artículo Publicado el 6 de Octubre del 2011
Por el Diario los Andes de Mérida-Venezuela
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