domingo, 15 de septiembre de 2013

La Nube Avariciosa


La Nube Avariciosa


Erase una vez una nube que vivía sobre un país muy bello. Un día, vio pasar otra nube mucho más grande y sintió tanta envidia, que decidió que para ser más grande nunca más daría su agua a nadie, y nunca más llovería.

Efectivamente, la nube fue creciendo, al tiempo que su país se secaba. Primero se secaron los ríos, luego se fueron las personas, después los animales, y finalmente las plantas, hasta que aquel país se convirtió en un desierto. 

A la nube no le importó mucho, pero no se dio cuenta de que al estar sobre un desierto, ya no había ningún sitio de donde sacar agua para seguir creciendo, y lentamente, la nube empezó a perder tamaño, sin poder hacer nada para evitarlo.

La nube comprendió entonces su error, y que su avaricia y egoísmo serían la causa de su desaparición, pero justo antes de evaporarse, cuando sólo quedaba de ella un suspiro de algodón, apareció una suave brisa. La nube era tan pequeña y pesaba tan poco, que el viento la llevó consigo mucho tiempo hasta llegar a un país lejano, precioso, donde volvió a recuperar su tamaño.

Y aprendida la lección, siguió siendo una nube pequeña y modesta, pero dejaba lluvias tan generosas y cuidadas, que aquel país se convirtió en el más verde, más bonito y con más arcoíris del mundo.
Generosidad es actuar y pensar en favor de los demás, hacia fuera, no hacia adentro; una persona generosa es aquella que actúa en favor de otras personas, quien con alegría y entusiasmo, siempre está dispuesto a dar lo mejor de sí, sin esperar nada a cambio. Es importante tener presente que el darse a los demás…va más allá de ofrecer “cosas” materiales, porque ese valor generosidad se ve reflejado en dar tiempo, escuchar, perdonar, motivar, halagar, reconocer. Es decir, dar sin esperar nada a cambio, entregar parte de tu vida, para ayudar a los que más necesitan, brindar consuelo a los que sufren, preocuparse por los que te rodean, saber que tus actuaciones repercuten positivamente en algún ser humano.
Este hermoso cuento nos refleja la importancia de cultivar en nosotros y en nuestros seres amados, el Valor Generosidad, que es uno de los valores humanos más valiosos y representativos de las personas. Tenemos el deber como formadores de nuestros hijos, como Educadores de las futuras generaciones, como Defensores Educativos de los Niños, Niñas y Adolescentes, de sembrar la generosidad, como el valor que nos diferencia de otras especies; de estar siempre pendiente de ayudar a los demás sin hacer distinciones, de resolver situaciones que afectan a quienes nos rodean, en la medida de nuestras posibilidades; recordemos la frase célebre de la Madre Teresa de Calcuta: “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.”

MgSc Mary Contreras
angeldelaeducacion@gmail.com
www.angeldelaeducacion.blogspot.com





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