EL CRISTAL CON QUE SE MIRE
Valor: Optimismo
Una
empresa de calzados que había desarrollado un proyecto para exportar zapatos a
la India decide enviar a sus dos mejores consultores a puntos diferentes de
este país para hacer las primeras observaciones del potencial de compra de
aquel futuro mercado.
Después
de algunos días de investigación, uno de los consultores manda el siguiente fax
a la Gerencia de la industria:
"Señores: cancelen el proyecto de exportación de
zapatos para la India.
Aquí nadie usa zapatos."
Sin
saber de ese fax, algunos días después, el segundo consultor envía el siguiente
mensaje:
"Señores: tripliquen el proyecto de exportación de
zapatos para la India.
Aquí todavía nadie
usa zapatos."
"LOS TRISTES SIENTEN QUE EL VIENTO GIME; LOS ALEGRES SIENTEN QUE LES CANTA."
El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos.
"LOS TRISTES SIENTEN QUE EL VIENTO GIME; LOS ALEGRES SIENTEN QUE LES CANTA."
El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos.
La
manera que enfrentas la vida hace TODA
la diferencia. (Organización Sri Sathya Sai Baba).
Esta
historia nos ilustra, la importancia del Optimismo, para asumir la vida; el
Optimismo es una actitud basada en la manera de percibir y evaluar una
situación y sus posibles resultados, el Pesimismo también. Vamos aprendiendo
cualquiera de estas dos actitudes desde niños, y quienes nos la van enseñando
son nuestros padres, familiares, amigos, docentes, y toda persona que sea
importante en nuestra vida. Desde niños escuchamos de quienes nos rodean la
forma y actitud ante cualquier problema que se presente, sus comentarios antes
las dificultades; luego nuestras propias experiencias refuerzan o debilitan esa
actitud aprendida.
El
Optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo
y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las
circunstancias; una persona optimista posee entusiasmo, dinamismo y
emprendimiento, confía en sus capacidades, aprendiendo a descubrir lo bueno en
las personas que lo rodean.
El
Pesimismo nos limita, nos impide ver con claridad y objetividad el problema y
sus posibles soluciones, provocándonos apatía y desanimo que contagiamos a
quienes nos rodean. Una persona pesimista encuentra insatisfacción y disgusto
en todo lo que hace, la negatividad es su bandera y la frustración su regocijo.
No importa, cuál de las dos actitudes aprendimos siendo niños, una vez que
somos adultos, ambas son una elección personal. Es importante tener presente
que nadie puede obligarnos a ser optimistas o pesimistas y nadie puede
impedirlo, más que nosotros mismos.
Ser una
persona optimista te permitirá ser mucho más creativo y encontrar soluciones
certeras a tus problemas; impactar positivamente en los demás, el común de la
gente es pesimista, tienes la oportunidad
con tu actitud de ayudar a otras personas; serás más tomado en cuenta
por los demás, ya que todos prestarán atención a tu actitud y notarán que
tienes capacidades importantes para ayudar constructivamente, motivar y sembrar
entusiasmo para salir adelante antes las dificultades.
En
todas las circunstancias de la vida debemos ser optimistas y transmitir ese
valor a nuestros hijos(as), de nosotros depende ir sembrando esperanza y
entusiasmo en nuestros seres amados, es un gran regalo de vida para su futuro.
“La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende
elegir el que más nos plazca.”
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