¡Adolescente en Casa!
¿Qué Hago?
(Primera Parte)
Basándome en el Libro del Dr. Oscar Misle y Fernando Pereira, que lleva este mismo título, intentare ofrecer algunas premisas de la etapa que vivimos los seres humanos, denominada Adolescencia, la cual conjuga la infancia y la adultez. Y es que más allá de los cambios físicos y biológicos, que son los más evidentes; la Adolescencia trae consigo cambios psicológicos, sexuales y sociales, que tienden a desconcertarnos, como padres, por la falta de información que existe en torno a este tema.
En mi rol como Defensora Educativa, al igual que los psicólogos y psiquiatras, me toca escuchar la frase que colocamos como título de este artículo: tengo un Adolescente en Casa ¿Qué Hago?...
Lo primero que sugiero es no desesperarse; recordando que somos el “adulto responsable”. Seguido de ello estrechar los puentes de la comunicación con nuestros hijos(as); ya que la mayoría de los conflictos se generan por desconocer lo que molesta a nuestro adolescente o/a nosotros como padres; a veces podemos intuir algo, pero el don de “adivinos” no lo poseemos. La clave es que debemos conversar cuando nuestro adolescente nos necesita… y como saberlo?, si antes nos comunicaba todo, y ahora siempre esta callado, ensimismado, y responde estrictamente lo necesario (si, no, bien), es aquí donde ayuda el instinto materno y paterno; si él o ella quiere hablarnos, debemos dedicarle tiempo, a pesar del sin fin de ocupaciones que tenemos…Aprovechemos esos instantes, en que se nos acercan a contarnos algo, a veces son pocos esos momentos, por ello no debemos desperdiciarlos…No emitamos juicios cuando estén contándonos “algo” pues si los interrumpimos constantemente, los juzgamos, la próxima vez, preferirán contarle a un tercero su sentir, lo que les inquiete, algo que moleste o simplemente alguna travesura que hayan cometido.
Es difícil comprender que esa niña(o) tierna, dulce, amorosa y comunicativa, ya no sea la misma; llegamos a pensar que nos la cambiaron. Olvidamos que los cambios conllevan a transformación, y a veces suelen ser dolorosos, pero necesarios. Acompañemos a nuestros hijos(as) durante este transitar, ayudemos con nuestro conocimiento, madurez, comprensión y sobre todo AMOR a vivir esta etapa de la vida, como un proceso natural que les permitirá desarrollarse como seres humanos íntegros, plenos y sobre todo FELICES… permitámosle que nos recuerden con Amor y no con rencor. Tú puedes marcar la diferencia… Ellos no deben heredar ni tus traumas, ni tus frustraciones, entreguemos a la sociedad individuos “sanos” emocionalmente, es nuestro DEBER, para con la humanidad.
“Hay que hacer las cosas ordinarias, con un amor extraordinario”.
Twitter: @MaryContreras09
"TODA ACCION TRAE SU CONCECUENCIA...RESPONSABILIZATE POR ELLA."
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