domingo, 4 de agosto de 2013

Normas de Convivencia Escolar (Parte II)


Normas de Convivencia (Parte II)


La escuela es después del hogar uno de los primeros espacios públicos de participación y socialización de los niños(as) y jóvenes; siendo un espacio formado por la sociedad, y que a la vez expresa a la sociedad, no está ajena a los problemas que afectan al país, siendo la institución educativa, el reflejo más palpable de ellos: violencia individual y colectiva, crisis de valores, carencias materiales y afectivas, deserción escolar, padres y madres irresponsables, un personal con sueldos irrisorios, la reaparición de enfermedades infecciosas erradicadas en décadas pasadas, embarazos en las adolescentes, promiscuidad,   y un sinfín de adicciones (alcoholismo, drogas, tabaco, chimo,) una vagancia tecnológica (mal uso del internet y de los celulares), que deja poco espacio para la disertación, las interrelaciones personales, la lectura y la creatividad de los estudiantes. Son algunos de los principales problemas que se deben sobrellevar en las aulas de clases y en los diferentes ambientes educativos.
Todas estas situaciones afectan, limitan y someten a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho en su condición y dignidad humana, de allí la necesidad de crear condiciones favorables que faciliten el aprendizaje, donde se privilegie la comunicación, el respeto mutuo, el diálogo, la participación, para aprender a convivir, de la única forma posible “Conviviendo”.
Surgiendo así en los centros educativos la necesidad de Normas de Convivencia Escolar, que ayuden a prevenir y solucionar los conflicto de manera pacífica, justa, democrática y sobre todo creativa; sin vulnerar los derechos y garantías de los niños(as) y jóvenes. Teniendo presente que para elaborar este instrumento legal que regirá las interrelaciones escolares se deben dar situaciones que favorezcan su creación.
Para la construcción de unas Normas, Manual o Reglamento Disciplinarios de las Instituciones Educativas, se deben tener presente las siguientes premisas: Realizar un Diagnóstico para conocer la realidad del centro educativo, sobre todo en relación al manejo de la disciplina escolar (antecedentes y precedentes), y las clases de normativas o acuerdos de convivencias que existían, establecer el estado en que se encuentran las relaciones de convivencia entre los actores involucrados, para hacer notar la necesidad de abordar esta temática. Crear Mesas de Trabajo Grupal, que permitan discutir los resultados del diagnóstico, esta primera reunión unirá  a cada grupo con sus pares, es decir,  estudiantes con estudiantes, según los intereses que poseen cada uno de estos actores, buscando una disertación en libertad, sin que se sientan presionados. El objetivo principal es que en estas mesas de trabajo se expresen planteamientos, acuerdos y desacuerdos en torno a la realidad que vive la institución, obteniéndose así una opinión colectiva de ese ámbito escolar, como un primer paso para diseñar la Normativa para la “sana” convivencia escolar.

“Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto”.




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