Recupera tu Equilibrio Emocional
Un monje budista del siglo VII decía “cuando experimentes rabia o tristeza,
no digas nada, no hagas nada. Quédate como un tronco”. ¿Sabes por qué? Porque
cualquier cosa que digas o hagas no saldrá de ti realmente, sino del desequilibrio
emocional que estás sufriendo temporalmente, y es posible que, más tarde,
cuando tus emociones se calmen, te arrepentirás de lo que dijiste o hiciste.
Desde niños debemos convivir con las emociones positivas o negativas; en el
caso de las emociones negativas nadie nos enseña a manejarlas, por lo cual
terminamos usándolas contra nosotros mismos y contra los demás.
Diariamente estamos rodeados de personas negativas o emocionalmente alteradas,
siendo muy fácil contagiarnos y perder la claridad mental. Es muy importante
que comencemos a orientar a nuestros Niños, Niñas y Adolescentes para el manejo
“adecuado” de sus emociones; para que no se dejen afectar ni utilizar por otras
personas, que se aprovecharían de sus emociones exaltadas.
Es importante que como adultos
responsables les ayudemos a comprender, que poco a poco deben ir formándose con
sus propias convicciones, criterios y valores, para cuando les corresponda
enfrentarse a situaciones cargadas de emociones negativas, no les afecte tanto,
teniendo más control de sí mismos y de las actuaciones que puedan tener en esos
momentos, porque mientras más afectados estamos, menos objetivos somos.
Es necesario comprender lo importante que es formar generaciones, que no se
dejen llevar por sus emociones negativas, que piensen antes de actuar, que
asuman consecuencias de sus acciones y sobre todo que manejen algunas
estrategias que les permita rápidamente volver a su equilibrio emocional.
No podemos evitar ingresar en
estados emocionales de conmoción, enojo, ira, decepción, tristeza, miedo lo que
sí se puede hacer es elegir cuánto tiempo quedarse en ese estado. Es decir que
se puede elegir cuando salirse de ellos. Recordando que evitar las emociones, debilita
el sistema inmunológico, dando paso a diversas enfermedades, se generan apegos
a diversas adicciones, empobreciéndose las aspiraciones de vida y
distorsionándose la manera de pensar. Es esencial aprender a canalizar las
emociones positivas o negativas, siempre hacia nuestro beneficio.
“La habilidad para hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha
vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria”.
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